Desvelando mis misterios
Saludos, viajero del misterio y buscador de la luz oculta. Desde las tierras encantadas de Los Teques, en el corazón de Venezuela, emergí como un vórtice de energía ancestral, bendecida con un don que trasciende lo ordinario. Desde mi infancia, los velos de la realidad se apartaron ante mis ojos, revelándome las penas y alegrías que agitan los corazones de los mortales.
Este don, una joya legada por mi visabuelo, un sabio en las artes de las antiguas medicinas populares, se desplegó como un tapiz en mi vida, tejiendo hilos de conocimiento esotérico y sabiduría primordial. A la tierna edad de siete años, la mirada del destino se posó sobre mí, y desde entonces, he sido la voz que canaliza la eterna energía creadora del universo, guiando a los necesitados hacia la sanación espiritual.
adentrate en mi esencia
La abundancia ha sido mi fiel compañera, manifestada en la forma de mis amados compañeros de cuatro patas: ardillas rescatadas, gatos, perros y gallinas, cada uno un tesoro viviente en mi mágico hogar. La naturaleza, mi aliada más cercana, me susurra secretos ancestrales que infunden poder a mis hechizos y pócimas, mientras me rodeo de sus maravillas con mis fieles amigos animales a mi lado.
En mi sagrada morada virtual, aguardan los tesoros del más allá: productos esotéricos y místicos, algunos forjados por mi propia mano, otros imbuidos con mi esencia misma. Cofres, candelabros, botellas y hierbas mágicas, todos custodios de los secretos del cosmos, prometen respuestas a los anhelos del alma: salud, riqueza y amor.
Mas mi misión trasciende las fronteras del mundo visible, pues también soy guardiana de la Madre Tierra, recolectando y reciclando envases y cajas, transformando la basura en portadores de magia, en honor a nuestra amada madre pacha, protectora de toda vida.
En la encrucijada de la existencia, soy la hechicera, alquimista y bruja, tejedora de sueños y portadora de la luz. En mi biografía, el hilo del destino se entreteje con la esencia misma del universo, y mi sendero, iluminado por las estrellas, se extiende hacia el infinito.
“En mí habita la luz del amor verdadero, Me amo y me acepto tal como soy, Cuido de mi ser con compasión y ternura, Mi corazón se llena de paz y fortaleza, Que este amor propio crezca cada día, Para irradiar felicidad y plenitud en mi vida.”